Según la mitología griega, hace miles de años, en épocas muy
remotas, en este planeta sólo existían dioses con poderes sobrenaturales y vida
eterna.
Para realizar esta tarea, Zeus pidió a los hijos del Titán
Jápeto que les proporcionaran a todos los animales las cualidades necesarias.
Cumpliendo con este requerimiento le fue otorgado a cada
animal, un don diferente; a uno le tocó la belleza, a otro la fuerza, a otro la
rapidez para desplazarse, a otro un gran tamaño, a otro la sagacidad; dejando
para el final al hombre. Por lo tanto, quedó el ser humano desnudo, sin
defensas y sin armas de ninguna clase.
Al ver Prometeo tamaña injusticia, despojó a la diosa Atenea
de su sabiduría y le otorgó al hombre la lógica, robó el fuego a Hefesto y
también se lo entregó, protegiéndolo y enseñándole todo cuanto sabía.
Al enterarse Zeus que los dioses habían creado a un ser
humano semejante a ellos, reaccionó con ira y descargó rayos y truenos,
dirigiendo toda su cólera hacia el dios Prometeo que fue encadenado en el Monte
Cáucaso cerca del fin del universo.
A ese lugar llegaba todos los amaneceres un águila que le
roía el hígado, el que le volvía a crecer durante la noche, para ser nuevamente
ingerido por el ave a la mañana siguiente.
Prometeo sufrió esa condena durante treinta años, hasta que
Hércules lo liberó de tan espantoso sufrimiento.
Por orden de Zeus, Atenea y Hefesto, crearon a la primera
mujer, Pandora, para castigar a los hombres por la falta cometida por Prometeo.
Hefesto, dios del fuego, era herrero, y en su herrería
modeló a la primera mujer a quien todos los dioses le concedieron una gracia.
Así recibió belleza, gracia, inteligencia, habilidad y poder de persuación,
pero Hermes la hizo astuta y engañadora y Hera le dio la curiosidad que fue lo
que le quitaría la tranquilidad y la paz.
Zeus, por su parte, le envió a esa bella mujer, Pandora, a
Epimeteo quien profundamente conmovido por su belleza decidió desposarla.
Como regalo de bodas Pandora recibió de Zeus una preciosa
caja de oro y piedras preciosas, con la advertencia que jamás la abrieran si
querían ser felices.
Por mucho tiempo la pareja vivió feliz; la vida era
paradisíaca, no existían los problemas ni los sufrimientos. Permanecían siempre
jóvenes y la vejez no era una amenaza; ya que sólo cuando se sentían cansados
de tanto vivir, se acostaban a dormir y dulcemente se transformaban en seres
transparentes y livianos que volaban hacia un lugar tranquilo y mágico.
Pero la curiosidad pudo más en Pandora y a pesar de la
advertencia un día decidió abrir la enigmática caja.
Ni bien estuvo abierta, emergieron de ella primero todas las
desdichas de la tierra para los hombres y por último en forma de pájaro salió
volando la esperanza como consuelo para la humanidad.
Comenzaron como consecuencia las peleas entre los hombres,
los abusos, los actos ilegales, las calamidades, las enfermedades, la violencia
y las guerras; y sólo los héroes eran los que intentaban por todos los medios
luchar contra el mal.
Desde entonces, la vida de los seres humanos se tornó cada
vez más difícil y el hombre tiene que luchar hasta hoy en día, para poder
sobrevivir.
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