viernes, 24 de marzo de 2017

Edipo y el destino

Supongo que este nombre se te hara familiar de tus clases de psicologia, el famoso complejo de Edipo postulado por Sigmund Freud que se refiere al tipo de sentimientos contradictorios de amor y odio que nacen en el niño del deseo inconsciente de mantener una relacion sexual con su madre y eliminar al padre. La version femenia de este complejo es el complejo de Electra. 

Freud toma prestado el nombre de la famosa tragedia de Sófocles, Edipo Rey.


Layo, rey de Tebas, había recibido el oráculo de que si engendrase alguna vez un hijo, el niño, una vez adulto, le daría muerte. Sin embargo, estando ebrio, se unió a su esposa Yocasta, y tuvo un hijo en Tebas. Al nacer el niño, Layo le atravesó con fabulas los pies y lo entregó a un pastor para que lo abandonara. Layo esperaba escapar así del oráculo puesto que matarlo directamente habría sido una impiedad y creía que nadie recogería a un recién nacido con los pies atravesados. Así pues, fue abandonado en el monte Citerón pero fue hallado por otros pastores que lo entregaron al rey Pólibo de Corinto. Peribea o Mérope, la esposa de Pólibo y reina de Corinto, se encargó de la crianza del bebé, llamándolo Edipo, que significa ‘de pies hinchados. 

 Retorno de Edipo a Tebas
(Y el origen de los acertijos de tu maestro de filosofía)

Al llegar a la pubertad, Edipo, por habladurías de sus compañeros de juegos, sospechó que no era hijo de sus pretendidos padres. Para salir de dudas visitó el Oráculo de Delfos, que le auguró que mataría a su padre y luego desposaría a su madre. Edipo, creyendo que sus padres eran quienes lo habían criado, decidió no regresar nunca a Corinto para huir de su destino. Emprendió un viaje y, en el camino hacia Tebas, Edipo se encontró con Layo, que viajaba a Delfos, en una encrucijada. El heraldo de Layo, Polifontes ordenó a Edipo que le cediera el paso pero ante la demora de éste, mató a uno de sus caballos. Edipo se encolerizó y mató a Polifontes y a Layo sin saber que era el rey de Tebas, y su propio padre. El rey de Tebas pasó a ser  cuñado de Layo, hermano de su esposa Yocasta. 

Más tarde Edipo encontró a la esfinge, un monstruo enviado por Hera que se había aposentado en el monte Ficio y daba muerte a todo aquel que no pudiera adivinar sus acertijos, incluido Hemón, el hijo de Creonte y atormentando al reino de Tebas. Al acertijo de: «¿cuál es el ser vivo que cuando es pequeño anda a cuatro patas, cuando es adulto anda a dos y cuando es mayor anda a tres?», Edipo respondió correctamente que es el hombre puesto que cuando es un bebé gatea, camina con sus dos piernas cuando es adulto y cuando es anciano se apoya sobre un bastón.Había también otro acertijo: «Son dos hermanas, una de las cuales engendra a la otra y, a su vez, es engendrada por la primera». Edipo contestó: el día y la noche.Furiosa, la Esfinge se suicidó lanzándose al vacío y Edipo es nombrado el salvador de Tebas. Como premio, Edipo fue nombrado rey y se casó con la viuda de Layo, Yocasta, su verdadera madre. Tuvo con ella cuatro hijos: Polinices, Eteocles, Ismene y Antígona y los dos hermanos se enfrentarían más tarde entre ellos a muerte por el trono tebano. Otra tradición afirma que los hijos de Edipo no fueron de Yocasta sino de Eurígiana.

Destierro y Muerte
 Al poco, una terrible plaga o escasez de alimentos cayó sobre la ciudad, ya que el asesino de Layo no había pagado por su crimen y contaminaba con su presencia a toda la ciudad.
Edipo emprende las averiguaciones para descubrir el culpable, y gracias a Tiresias descubre que en realidad es hijo de Yocasta y Layo y que es él mismo el asesino que anda buscando. Sobre lo que sucedió a partir de ese momento circulan múltiples versiones:
Al saber Yocasta que Edipo era en realidad su hijo, se dio muerte, colgándose en el palacio. En versiones alternativas, siguió viviendo hasta que en el ataque de los siete contra Tebas sus hijos se dieron muerte el uno al otro, momento en el que ella se suicidó.
Edipo se quitó los ojos con los broches del vestido de Yocasta, huyó o fue exiliado de Tebas, o fue encerrado por sus hijos en el palacio, o siguió reinando en Tebas por algún tiempo. Maldijo a sus hijos Polinices y Eteocles y sólo su hija Antígona le acompañaba en su destierro para servirle de guía.

En Colono, fue acogido por el héroe mítico Teseo y allí murió. Se decía que su tumba se encontraba en un santuario de las Euménides que había entre la Acrópolis y el Areópago de Atenas.
Sin embargo, existía otra tradición, recogida por Liísimaco de Alejandía que decía que, cuando murió Edipo, los habitantes de Tebas y de otra aldea beocia llamada Ceo no quisieron que sus restos quedaran enterrados en sus territorios y su cuerpo fue transportado a Eteono, donde fue enterrado, de noche, en un recinto consagrado a Deménter Cuando los habitantes de Eteono se enteraron del hecho, consultaron el oráculo sobre lo que debían hacer y la respuesta fue que no se debía turbar al adorador de la diosa, por tanto los restos quedaron enterrados allí.

La historia plantea una pregunta que todos alguna vez todos hemos tenido ¿Somos dueños de nuestro destino?








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